El kitesurf, ese deporte tan desconocido para muchos y tan amado por unos pocos. Si no vives en una ciudad o zona de costa quizás puede que nunca lo hayas visto de cerca, nunca te haya llamado la atención e incluso puede que no conozcas a ningún loco enganchado a este deporte de viento, si es tu caso, estás de suerte, todavía estas a tiempo de no perder la cabeza y cambiarlo todo para posteriormente darte cuenta de como el kitesurf te cambiará la vida.
Soy Raúl y hoy te traigo un post muy personal, desde el punto de vista de uno de esos locos que lo han cambiado todo por querer pasar más tiempo volando una cometa, más momentos en el agua, más adrenalina, y pasar más tiempo cerca de la naturaleza.
Tabla de contenidos
➤ Cómo el kitesurf cambió mi vida
Capítulo 1 ▷ El viento y el kitesurf: aprender a entenderlo, amarlo y cómo convertirte en un meteorólogo
De las primeras cosas que va a cambiar en tu vida es tener la necesidad de estar pendiente del viento todo el día, te conviertes en un verdadero adicto al viento, empiezas a amar los días de viento y a desear que lleguen días y más días, los días grises de temporal y tormenta ya no son grises sino que son días de subidón y alegría si vienen acompañados de viento y olas. Todo el mundo pensando en peli y manta, tú deseando calzarte el neopreno para poder satisfacer tu dosis diaria de kitesurfing.
Un punto de inflexión es cuándo eres consciente que tienes un problema (bendito problema); sales a la calle y te fijas en cualquier bandera que ondula, toldo, árbol, matorral, cualquier cosa que se puede mover por la acción del viento con cierta agresividad para poder saber si el viento esta enchufado, mejor que todo esté tranquilo porque como haya viento te invaden unas ganas locas de dejar todo lo que no es estrictamente necesario, ir a por el equipo y salir corriendo a la playa. En caso de que estés trabajando el tiempo pasa lento, puede que incluso los nervios no te dejen concentrarte, no sabes si el viento cesará, pero con un poco de suerte llegarás a tu sesión de kitesurf mítica afterwork, son las las que más molan…
Y por si esto fuera poco, desde tu casa o desde el trabajo empiezas a observar las webcams de las playas para ver si ves alguna cometa, también comienzas a rondar por más tiempo la ventana, asomarte al balcón se convierte en todo un ritual para ver si se mueven los árboles o las palmeras porque aunque la previsión te diga que no se va enchufar el viento, tu siempre tienes la esperanza y por nada del mundo quieres perderte una buena navegada.
Por otro lado intentarás entender las aplicaciones de viento; Windy, Windguru, Buscaviento, Windfinder… nada, no entenderás nada de nada al principio.
Después de tanto mirarlo se acaba entendiendo y al final te conviertes en todo un erudito del viento planificando mucho mejor tus días de kitesurf, además todas estas aplicaciones acabarán siendo a las que más recurres en tu día a día después de Whatsapp e Insta por supuesto… ah por cierto, si estás leyendo este post y estas justo en ese momento que todavía no sabes cómo funcionan todas estas aplicaciones te recuerdo que tienes un artículo elaborado con mucho cariño sobre cómo interpretar Windguru.
Capítulo 2 ▷ El mar y el kitesurf
Respecto al mar y la playa: puede que ya te gustará ir a pasar un día a la playa, echar unas cervezas o simplemente leer un libro en la arena. Con el kitesurf esto va mucho más allá, comienzas a adorarlo, no hay lugar donde te sientas mejor, la playa y el mar se convierte en tu jardín del edén, en tu mezquita, simplemente forma parte de ti, y esto es algo que solo tú y el mar sabéis.
Cuando no eres un kiter vas a la playa y no sueles fijarte en las condiciones de viento y olas, a menos que haya demasiado viento y este sea una molestia. Con el tiempo con un vistazo empiezas a entender por dónde llega el viento, donde está la rompiente, si en el fondo hay más viento porque se ven más espumas y lo principal: comienzas a respetar profundamente a la naturaleza, a la fuerza de la misma y a la inmensidad que representa, en ese momento te fundes con la naturaleza en un único ser.
Cuando navegas con tu cometa solo estás tú, con una tranquilidad y libertad infinita escuchando el sonido del viento y de las olas, algo increíble, una dosis de anti estrés perfecta
Capítulo 3 ▷El estilo de vida y el kitesurf
Una de las consecuencias que se van a hacer más evidente en tu persona cuando empiezas a practicar kitesurf asiduamente es que todo (o casi todo) lo que gira alrededor tuyo va cambiar por completo y lo peor es que no te vas a dar ni cuenta de lo rápido que sucede todo.
Hay varios aspectos importantes que van a cambiar en tu vida, desde mi punto de vista he decidido clasificarlas en 6 grandes grupos, son los siguientes:
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Tus amigos y tus relaciones sociales
Se suele decir que el tiempo todo lo cambia, nada perdura y que a tus amigos de verdad los pueden contar con los dedos de una mano, pues desde que comencé con el kitesurf esto se intensificó mucho más… no me voy a poner nostálgico, ni dar lecciones de vida pero mi realidad es que harás nuevos amigos,
conocerás gente en la playa increíble y tus relaciones sociales sin duda se verán agradecidas
Finalmente acabarás conociendo muchos kiters, aunque no los conozcas personalmente serán caras habituales, y algunos o algunas de ellos y ellas acabarán siendo verdaderas amistades para el resto de tu vida.
No todo es bueno… encontrarás nuevos amigos pero también habrá algún sacrificio, dejaras atrás otras amistades porque cuando tu estés navegando tus amigos seguirán quedando y haciendo su rutina y tú tendrás otras prioridades (probablemente más profundas). Si hay viento no querrás dejar escapar la oportunidad de perderte la que podría ser la mejor sesión de la temporada, por nada del mundo querrás que te la cuenten, de este modo acabas juntándote con otros locos y locas de tu mundo del viento, pero tranquilo tus verdaderos amigos jamás los perderás y quien sabe quizás también quieran aprender kitesurf algún día al ver todo lo que para ti significa.
En cuanto a tus relaciones sociales, como ya he dicho van a mejorar a todos los niveles ya que el kitesurf tiene unos valores maravillosos: compañerismo y altruismo, que sin duda se podría decir bien alto que hace a las personas mejores personas.
Todo este buen rollo está claro que nace porque se comparte la misma pasión entre kitesurfistas pero no solo esto, como ya he dicho, cuando estás en la playa siempre necesitas la ayuda de los demás y en la mayoría de ocasiones te va a tocar relacionarte con gente que no has hablado en tu vida, ya sea para que te ayude a subir o bajar tu cometa o simplemente para intercambiar opiniones de condiciones de viento y condiciones para la navegación para saber si dispones del material y experiencia necesaria para afrontar con seguridad tu sesión de kitesurfing.
Cabe mencionar una regla de oro del kitesurf, la de nunca navegar solo, siempre tener cerca un camarada es esencial ante cualquier posible percance ya que no hay que olvidar que el kitesurf es un deporte de riesgo.
Todo esto hace del kitesurf un deporte que desarrolla increíblemente la interacción social con las personas.
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Los viajes y tus vacaciones
Tu prioridad ya no será viajar por Europa para ver capitales o viajes a la otra parte del mundo solo para conocer nuevas culturas, al menos ese no será tu pretexto principal.
Cuando empiezas a pegarte buenas sesiones de kitesurf solo quieres más y más y empiezas a imaginarte lugares especiales donde poder volar tu cometa, con un poco de investigación descubres lugares increíbles como Isla Mauricio, Capetown o Brasil donde las condiciones de viento son realmente increíbles,
Qué decir de Tarifa o Fuerteventura, destinos que se convierten en peregrinación obligada año tras año y escapada habitual porque son grandes destinos para el kite a nivel mundial, y los que vivimos en España tenemos la suerte de tenerlos cerca.
Dicho esto, es de imaginar que ya no vas a querer viajar como cualquier otro ser humano normal y corriente, siempre vas a tener en mente destinos de costa o destinos donde por lo menos poder escaparte un día o dos a practicar kitesurf y hacer del viaje un viaje de leyenda. Con esto no quiero decir que no puedas pensar en un buen viaje para conocer Brujas o ir al Burning man, pero entre tus preferencias siempre van a estar las olas y el viento.
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La convivencia en pareja
En caso de que tengas pareja este puede llegar a ser un tema peliagudo. Espero y deseo que a tu pareja también le guste la playa porque sino vas a tener que ser muy bueno con el resto de cosas que atañen al mundo de las relaciones.
Dejando a un lado el tema de prioridades de cada uno en la pareja y no metiéndome en asuntos del que pueda salir mal parado; quisiera dedicar un trozo de este post a un elemento esencial en la vida de cualquier kiter, un detalle del que quizás no se comente mucho pero que te aseguro que acapara muchas conversaciones e incluso discusiones en los grupos de convivencia en los cuales haya una persona que practica kitesurf, arena, arena, arena… everywhere.
Sí la amada para unos y dichosa arena para otros, cuando te metes de lleno en el mundo del kitesurf la playa lo va ser todo, en la playa suele haber arena, pues esa arena también va a estar en tu mundo (absolutamente todo).
las personas que viven contigo van a encontrarse millones de kilos de arena tanto en tu casa, como en la ducha, en el coche, la arena siempre se las apaña para llegar a todos los rincones.
y si todavía vives con tus padres y piensas que esto no va contigo, te aseguro que te espera alguna que otra bronca por embozar la ducha con tanta arena.
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Tu imagen y forma de vestir (más allá de estereotipos)
Sin querer caer en estereotipos, otra de las cosas más evidentes que cambian en tu persona es la relativa a tu imagen y tu forma de vestir. Poco a poco vas a ir identificándote con la cultura de deportes de agua, sigilosamente las marcas (y el marketing) de la industria del kitesurf y del surf van ir adentrándose en tu armario hasta que un día de repente te vas a ver con calcetines subidos, gorra y melena al viento incluida. Muchas veces es por comodidad, y a pesar de no querer caer en tópicos, los humanos tenemos una necesidad de pertenencia al grupo, que por cierto no me lo estoy inventado (piramide de maslow), y nosotros no vamos a ser menos. Personalmente no he cumplido con todos esos estereotipos… he aguantado con mi pelo corto de toda la vida, pero sí que es verdad que poco a poco te sientes identificado con la cultura del viento y de las olas y acabas sintiéndola como propia.
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Tu vehículo (más que un medio de transporte)
Tu amado coche, tu cuidado e impoluto coche va a sufrir mayormente las consecuencias del cambio en tu estilo de vida. Al principio lo cuidarás y limpiarás después de cada sesión hasta el último grano de arena, más tarde te cansas de ir tanto a limpiar e ir siempre con los asientos de atrás bajados para que quepa todo tu equipo de kitesurf incluidas varias tablas,
un buen día de repente empiezas a observar a los demás kiters y descubres que la gran mayoría acude a la playa en furgoneta, en ese momento hay un antes y un después en tu visión del mundo y te acontece la visión de la gran felicidad que te daría tener una furgoneta.
Está claro que parece que el mundo de los deportes de agua vaya acompañado del típico estereotipo de persona despreocupada que acude a todos los sitios en furgoneta y si es vieja y Volskwagen pues con mucho «más flow», pero en realidad todo tiene una explicación…
Explicacion: La mayoría de surfers, kiters o windsurfers acaban por cambiar su coche por una furgoneta por un simple motivo de comodidad, funcionalidad y felicidad ya que una furgoneta no solo sirve para transportar cómodamente todo tu material, sino que también sirve para esperar dentro cuando el viento aún no ha entrado, para cambiarte o ponerte el neopreno en el duro invierno y no pasar frío y por supuesto viajar y mucho viajar con la casa acuestas a los mejores destinos de viento y olas.
¡Así que créeme, vas a acabar deseando una furgoneta, y esta también cambiará tu vida!
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El deporte
El kitesurf te cambia hasta la forma de hacer deporte, si eres de los locos o locas de entrenamientos de volumen en el gimnasio tus objetivos cambian, el aumento de masa muscular sin miramientos pasa a un segundo plano para dar paso a ejercicios de estiramiento y de Yoga… y todo para poder aguantar más tiempo en el agua y lesionarte menos, el cardio se convierte en imprescindible y en el arma esencial para pasar más y más rato sobre tu tabla.
En mi caso:
Siempre me ha gustado cuidarme y estar en forma, se podría decir que en algún momento en mi vida fui uno de esos locos que no fallaban con el gimnasio, ahora sigo asistiendo asiduamente al gym pero todo ha cambiado, ya no cambio por nada una buena sesión de kitesurf, de hecho lo primero que hago en la semana es observar la previsión de viento y organizar mi rutina, el día de piernas intento que sea lo más alejado posible con mi cita con el viento.
A pesar de decir esto, no quiero decir que el kitesurf no requiera de masa muscular o de no ir al gimnasio o que sea incompatible con otros deportes, todo lo contrario, es súper necesario conseguir una musculatura y una condición física idónea pero lo que debes de saber es que tus rutinas, tus ejercicios y tus deportes cambiarán por completo.
Hasta aquí el post más personal que he publicado en X surf, todas estas reflexiones y conclusiones se han ido fraguando con el tiempo, mirando retrospectivamente e intentando ser lo más objetivo posible para ver como el kitesurf ha cambiado mi vida desde que comencé desde hace ya unos cuantos años.
Si eres de esos locos o locas enganchados al kitesurf puede que te hayas sentido identificado o identificada y estoy seguro de que se te han ocurrido muchas otras cosas que cambian en tu vida cuando empiezas a practicar kitesurf, así que déjanos en los comentarios todas estás cositas porque desde X surf estaremos encantados de leerte y compartir vivencias personales.
Por otro lado si te has leído el post y quieres lanzarte a la conquista del viento no olvides que tienes un artículo elaborado con mucho cariño sobre cómo aprender kitesurf, todo lo que necesitas saber.
Dar las gracias a nuestro amigo y fotógrafo Jóse María Caballero, habitual de Tarifa por habernos cedido la foto de portada de este artículo.
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Me siento identificado totalmente.